InicioDel EsteVíctor Medina: “La riqueza del pobre es la seriedad”

Víctor Medina: “La riqueza del pobre es la seriedad”

Con seis años como encargado de despacho en la Ferre Seibo, anterior Blocks Paredes

 

Con seis años como encargado de despacho en la Ferre Seibo, anterior Blocks Paredes, frente al hospital, su origen humilde ha servido para saber sortear los rigores de la vida, con trabajo y agilidad, logrando encaminar su familia y colocarse como referente con mucha dignidad.

Por Florentino Durán

Santo Domingo Este._ Víctor Medina, quien tiene seis años a cargo del área de despacho de la Ferre Seibo, donde antes operaba Block Paredes, frente al hospital público de El Seibo, no conocía a Yinny Sánchez, hasta que llegó a conversar con él, para proponerle una posición, cuyo perfil encajaba con las recomendaciones que le habían dado de él.

Criado por Héctor Virgilio De La Cruz, el hoy fenecido Negro Trillizo, que se dedicaba a la rifa de aguante, y con fama de atento y servicial. Víctor creció aprendiendo de su tutor, el valor del trabajo y la dignidad; también heredó el buen comportamiento de Librado, su padre biológico, y cuyo nombre de pila era Abad Medina.

Víctor Medina
Víctor Medina en labores. Foto: Florentino Durán

Sin ser de apellido sonoro y de origen humilde, Víctor se constituyó en la fortaleza hacia su superación y encaminar a los suyos. Ese día, el empresario le formalizó la propuesta de trabajo, que en principio condicionó a una experiencia anterior, pero desde que la aceptó “se entregó en cuerpo y alma”.

Su destreza y dominio son evidentes, pero sobretodo su atención al cliente, en un lugar donde se retira gran cantidad de materiales de construcción, adquiridos en la principal. Víctor laboró durante 10 años en la Ferretería Juanita, contratado por su propietario Élvido Martínez, a quien sirvió con buenos resultados.

Tras quedar desempleado, regresó al área que le gusta, a la que durante años sucesivos le ha servido para ratificar la importancia de la entrega, consagración y responsabilidad,  cualidades en las que también se apoyan sus hijas, para hacer sus respectivos aportes a la sociedad; Diana Eunice Mejía desde el campo de la psicología y Nathalie desde la Clínica Doctor Chahín, donde labora.

En su día a día, Víctor tiene a cargo otros empleados, a quienes debe estimular a realizar de forma ágil su rutina de trabajo, «dando la milla extra», lo que ha hecho precisamente durante los años en que le ha tocado ganarse el sustento de forma responsable, decorosa y seguro de que: “La riqueza del pobre, es la seriedad”.

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