Santo Domingo Este._ Víctor Minaya, promotor cultural y productor del filme dominicano “ADN Bachata”, denunció este martes la falta de apoyo a este género musical por parte de la ministra de Cultura, Milagros Germán.
Advirtió que la bachata, declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, ha sido el único que ha logrado este reconocimiento internacional sin ser parte de una política pública del Estado.
Minaya declaró que, aunque han sostenido reuniones con el presidente Luis Abinader y han recibido el apoyo de David Collado, ministro de Turismo, no han tenido el mismo respaldo con la actual ministra de Cultura, de quien dice «la bachata no se encuentra en su agenda».
El también organizador del ADN Bachata World Festival, afirmó que el país necesita que este ritmo musical sea institucionalizado por parte del Estado dominicano y reciba el apoyo necesario, ya que, según él, la música trasciende fronteras.
Citó el ejemplo del Tango en Argentina. Explicó cómo este ritmo, inicialmente rechazado por la sociedad argentina, hoy es una Marca País, Según el promotor cultural, ambos géneros comparten orígenes similares, ya que no fueron aceptados de una vez por las élites sociales, pero en el caso del tango, la sociedad argentina lo adoptó y lo convirtió en parte de su identidad cultural y que lo mismo es necesario en el país para que la Bachata alcance la trascendencia que merece.
Minaya destacó que su objetivo es que el ADN de la Bachata sea exaltado en República Dominicana. Lo que comenzó como una investigación cinematográfica, hoy se ha transformado en un esfuerzo por catapultar este ritmo y mostrar su verdadero origen.
Con este propósito, Victor Minaya realizó visitas a distintos países, donde observó cómo los festivales de bachata se han consolidado y cómo culturas extranjeras han adoptado el género, realidad que lo llevó a lamentar la falta de protagonismo de la República Dominicana en su propio ritmo musical, lo que lo inspiró a crear el ADN Bachata Festival.
Este evento, que ha tenido un notable éxito en los últimos años, se ha convertido en el primer festival de origen dominicano, destacándose frente a otros similares como en España, Italia, Corea, Japón, Rusia y Croacia, entre otros.
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