El mundo microscópico formado por virus, hongos, parásitos y bacterias, era desconocido en la Edad Antigua y la Edad Media. Las enfermedades producidas por estos microorganismos, se las adjudicaban a los demonios, y se entendia que eran producto de castigos divinos por conductas pecaminosas de quienes se contagiaban.
Es conveniente recordar que el microscopio electrónico, el cual desveló el vasto mundo no visible al ojo humano, se descubrió en el año 1931. En consecuencia, se desconocía el origen de las enfermedades que los microorganismos producían, y se les atribuían a entidades diabólicas.
Probablemente no exista otro ámbito de la salud donde históricamente los enfermos hayan sufrido más maltratos y vejaciones, que las personas con trastornos mentales. En la Edad Media a las personas con trastornos mentales se las trataba como poseídas por espíritus diabólicos. Por lo tanto, el tratamiento pasaba por el exorcismo, la tortura o la hoguera, como forma de liberar el alma del demonio.
Recientemente hubo un hecho horrendo, macabro, inimaginable para cualquier ser humano con dos dedos de frente. La violación y posterior asesinato de una mujer y sus tres hijos, por un joven con evidentes signos de trastorno mental.
De acuerdo a datos recabados por investigadores, este joven se crió con su padre. No así con la madre, lo cual crea un vacío existencial por la figura materna. En segundo lugar, su padre era rudo y abusaba fisica y mentalmente de él. En tercer lugar, cuando niño este joven maltrataba fuertemente a los animales. En consecuencia, estos factores crearon en él a un individuo con resentimientos hacia las mujeres, e insensible a los sentimientos y dolor ajeno.
Ahora bien, estas evidencias no justifican ni exculpan a Victor Alexander Portorreal. Sólo explican la razón de su conducta antisocial, por la cual debe pagar, y ser evaluado para determinar si puede ser recuperado como ser humano, o de lo contrario, ser excluido permanentemente de la vida en sociedad, por ser un peligro futuro para otros seres humanos.
Asimismo, nos permite escrutar y superar ideas desfasadas que endilgan a entidades demoníacas, enfermedades biológicas de nuestros cuerpos. Por consiguiente, es pertinente aprender y comprender que la Edad Media terminó en el siglo XV.