Por Rubén Darío Castillo
La venta de las acciones del cantante español Julio Iglesias hay que entenderla en dos vertientes:
1) Personal: es evidente el olfato del cantante para otear nuevas oportunidades para invertir. Lo hizo cuando decidió salir de España hacia Miami. Luego en Punta Cana y ahora en Panamá. A su vez, denota que se deja orientar de sus asesores empresariales. No obstante, la versión de que no se entiende con Don Frank Rainieri, no tiene mucho asidero, porque cuando se habla de inversiones tan elevadas, las diferencias personales quedan relegadas a un segundo plano.
2) Fiscal: el aspecto fiscal pudiese ser un factor a tomar en cuenta. Sin embargo, es conveniente destacar que el origen de la fortuna del cantante está claramente identificado, hasta donde sabemos de sus actividades artísticas, y la ley 155-17 de Lavado Activos no tendría que afectarlo, a menos que entienda que tendrá que transparentar sus beneficios, y que actualmente pudiera no estarlo haciendo del todo.
En cuanto al retiro de mil millones de dólares del país, entendemos que es una exageración de algunos medios internacionales, porque de acuerdo a la revista Forbes su fortuna global asciende a 850 millones de euros, equivalente a 1,062 millones de dólares, y no la tenía toda en República Dominicana. Tiene inversiones en Miami, y también en España.

Ahora bien, es evidente que la ley de activos, si se aplica como está concebida, va a limitar la entrada a distintos sectores económicos de la economía dominicana, de una proporción significativa de recursos financieros, obtenido de actividades no «santas». Al mismo tiempo, la eliminación del secreto bancario, dará una herramienta a la DGII, para auscultar las actividades financieras de los ciudadanos y, por ende, disminuir la evasión fiscal y la elusión fiscal. Por consiguiente, habrán personas que buscarán destinos más flexibles y ocultos, denominados paraísos fiscales.
Finalmente, es oportuno resaltar la rapidez con que el cantante Julio Iglesia logró vender sus acciones en el Grupo Punta Cana, lo que habla muy bien de la confianza de muchos inversionistas en este Grupo Empresarial, y en República Dominicana.