InicioOpinión¡No a la reforma!

¡No a la reforma!

Solo los libros y la medicina deben estar libre de impuestos y ellos prefieren librar de impuesto

 

La sociedad en general, los militares activos y veteranos no quieren reforma fiscal. La clase media y hasta la media alta muestran real oposición. El inicio y efectividad de los «cacerolazos» es una muestra del rechazo social a las medidas.

La historia dominicana tras las reformas fiscales han sido de desgracia. El padre del Presidente fue ministro en el Gobierno que desencadenó la mayor matanza de personas en medio de protestas en el siglo XX.

Las medidas económicas tomadas por Jorge Blanco desencadenaron protestas masivas que fueron aplastadas por unidades de fuerzas especiales del Ejército. (Todavía no hay nadie preso por las muertes de casi 300 personas hambrientas).

Medidas similares ocurrieron en Venezuela con el «Caracazo» que ocasionaron fuertes protestas, disturbios y saqueos desencadenando  más de dos mil muertos. Este descontento hizo que la sociedad volcara su mirada a Hugo Chávez.

En perspectiva, el gran reto inmediato y grandeza  para el Ejecutivo dominicano y el Sr. Presidente es, no que la reforma vaya a los pobres y clase media, sino hacia los ricos. Tenemos millonarios que no pagan un solo peso de impuestos, mientras un obrero o guardia sí. En Estados Unidos los militares están libres de impuestos, aquí los ricos y empresarios.

Los  funcionarios del  Presidente no saben invertir, sino gastar. Hacen un tren sin luz en la provincia o un puente sin río. Así actúan estas autoridades. La calidad del gasto público es deplorable y ha sido entregado a una burocracia y elite empresarial devoradora, corrupta e insaciable.

El ajuste no será consensuado y esta coyuntura no encuentra como seguir devorando sin sacrificarse, por lo tanto, el sacrificio será del «pendejo» pueblo.

La reducción de la corrupción parece una utopía y la honestidad se castiga con la expulsión del sistema o hasta con la muerte. En la actualidad dentro de las fuerzas armadas hay sentencias pidiendo al presidente incluir militares y policías honestos y han sido rechazados, mientras las fuerzas armadas de haber sido las más valoradas, han pasado a tener el más alto rechazo social en toda la historia.

Las recaudaciones de impuestos aduaneros fronterizos es decidida a discreción por los empresarios. Nuestro país no sabe que entra o sale por la frontera con Haití. Sumando los ilegales haitianos no pagan impuestos y así como chinos y otros. La sociedad dominicana asume cargas de estos sectores y no aguanta más.

Hay que agregar, que nuestras principales ciudades del Cibao no tienen peajes pero el Distrito, sí. Los empresarios del Cibao buscan evadir impuestos. En el tránsito la fiscalización es débil y las violaciones al tránsito son muchas. No interesa recaudar de esa manera.

Solo los libros y la medicina deben estar libre de impuestos y ellos prefieren librar de impuesto el alcohol y lo que promueve los vicios. Las iglesias deben pagar impuestos y olvidarse del sin fines de lucro. Jesús dijo: Al Cesar lo que es del Cesar, y a Dios lo que es de Dios. O sea, todas las iglesias deben pagar impuestos.

Las  universidades deben pagar impuestos. Aquí las universidades son cada vez más ricas. Solo la UASD merece beneficios del Gobierno. Ninguna universidad de la elite da nada gratis, entonces, para qué beneficios.

Los hoteles se llevan el capital fuera del país, incluso, los propios dominicanos dueños de hoteles sacan el capital, pues merecen mayores impuestos. Tenemos una ola de turistas, al parecer haitianos, que no muestran el total de aporte en el país, ingresar es una cosa, invertir y gastar es otra.

El Gobierno central hace poco esfuerzo en proteger los pobres y la tropa, su concentración es en cómo los ricos evaden impuestos. La sociedad no está ni va a coger esa. La decisión es clara o se tendrán que ir y luego ser llevados a juicios. No puede existir un colapso económico en una buena administración.

Mientras la aviación y Arajet reciben facilidades de libre de impuestos y combustibles baratos, los pobres le suben el combustible. Mientras era Dominicana de aviación, compañía estatal, no recibía beneficios.  Con ello, queda demostrado que estas medidas van contra la doctrina nacionalista.

Los diferentes movimientos de militares veteranos, así como otros grupos que estamos unidos en defensa de las tropas hemos mostrado total rechazo a medidas que perjudican la paz, estabilidad y progreso de los más desposeídos. Estaremos unidos a las protestas en favor de la sociedad.

Lo más letal al gobierno de Abinader es cuando en los próximos días y semanas a las cacerolas de la capital se  les sumen las «pailas» del Cibao y los «carderos» del sur…

!Comparte esta información!

Noticias Relacionadas