Santo Domingo Este._ Abogados que laboran en el Palacio de Justicia de este municipio exigen condiciones dignas y más espacio para trabajar, porque del que disponen les resulta pequeño.
Los profesionales del derecho alegan carencias en el conocimiento de las audiencias, debido a que hay pocos jueces nombrados en esa jurisdicción y de esos pocos, la mayoría son itinerantes, obligados a cubrir las vacantes que les ordena la Suprema Corte.
«Muchas veces un tribunal no esta completo para conocer audiencia y hay que esperar un juez de otro tribunal dentro del mismo distrito judicial, para completar la matrícula de jueces que habrá de conocer la audiencia de ese día», explicaron los denunciantes.
Agregaron que cuando esto sucede, por la desesperación, se ausentan los querellantes, los propios imputados, la familia y un sinnúmero de personas que debieran intervenir en la audiencia de ese día.
También hablaron de falta de planificación en las vacaciones de los jueces, porque la Suprema Corte no designa los sustitutos, entonces «el juez de al lado debe conocer los procesos propios del tribunal donde está, y el del tribunal correspondiente al juez que esta de vacaciones».
Los abogados denunciantes, concentrados en la parte frontal del Palacio de Justicia de Santo Domingo este, aseguraron que, además, el hacinamiento dificulta el trabajo a la seguridad del lugar.
«Aquí tenemos nueve tribunales, de esos solo existen seis salas de audiencias. Un tribunal inicia ocupando la primera sala que encuentra vacía y cuando llega el juez de ese tribunal, solo le queda esperar a que se desocupe, ahí es cuando los roles de las audiencias acaban cancelándose», explicaron.
Sostuvieron que con la espera de las audiencias, se ha dado el caso de imputados en libertad con una audiencia preliminar, que desesperados se marchan del lugar y terminan siendo declarados en rebeldía, y eso es resultado de la precariedad de jueces y salas.
Insistieron en que muchas veces deben esperar desde tempranas horas de la mañana y hasta las 4:00 de la tarde para aplazar una audiencia, lo que califican de algo insólito.
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