Dos jugadas inesperadas de su propia gente, para que el mundo escuche de propia voz ejecutorias inaceptables, imperdonables y hasta ilegales, que él mismo patrocinó en los ocho años que gobernó el país.
Acciones dictatoriales que todos los dominicanos sabíamos que se daban, pero que el mismo expresidente Danilo Medina negaba, siempre que le daban o tenía la oportunidad. Sin dudas que esos audios dejaron al exmandatario peor parado de lo que estaba y como salió.
Se recuerda que en su discurso ante el Comité Central de su partido, en el encuentro privado que sostuvo a finales de junio pasado, en audio filtrado a las Redes Sociales; se escuchó al propio Medina admitir que sacaba ventajas políticas a la COVID-19, y con las que trataba de posicionar al entonces candidato presidencial Gonzalo Castillo.
Igualmente, se filtraron a las Redes Sociales segmentos de su discurso en el encuentro a puerta cerrada, el pasado martes 15 de septiembre, con alcaldes y directores de distrito del PLD; donde también el exmandatario admite que durante su mandato familias completas recibieron cheques y de lo costosa que resultó ser la pasada campaña electoral.
Se supone que los recursos gastados en la pasada campaña, la más costosa, según el propio Medina, se utilizaron los dineros del Estado y de las tantas familias que recibieron cheques durante su gestión, habían muchas suyas y de su esposa Candy Montilla, como lo evidencia el reciente trabajo publicado por el periódico listín diario.
Son acciones quizás nunca antes admitidas por un expresidente por el carácter serio y sus implicaciones. Ya lo dice el dicho: En confianza siempre se dice la verdad!! Lo malo es creer que todos los que estaban en esos encuentros eran suyos.
En conclusión, si realmente no habrá borrón y cuenta nueva, bandera que desde la campaña electoral levanta el ahora presidente Luis Abinader, entonces Danilo Medina debe ser, por lo menos, interrogado o interpelado.
Somos de los dominicanos que entendemos debe haber justicia en todos los casos comprobados de corrupción, y ese ánimo persiste en la población, que no lo olvide la actual administración.