La Trinitaria

La Trinitaria se dedicó a luchar por la separación y expulsión de las tropas haitianas

 

Hace 185 años, un lunes 16 de julio de 1838, a las 11 de la mañana, en la calle del Arquillo —luego llamada Santo Tomás y ahora Arzobispo Nouel—, en el número 255 frente a la Iglesia Nuestra Señora del Carmen, Juan Pablo Duarte dejó formada la Sociedad Secreta La Trinitaria, compuesta de grupos de tres, de ahí su nombre, y bajo el amparo de la Santísima Trinidad con el lema: Dios, Patria y Libertad.

En esa reunión Duarte proclamó que entre dominicanos y haitianos no hay fusión posible. “Somos y seremos dos pueblos diferentes. Nuestro destino es ser independientes, absolutamente independientes”, afirmó.

Quedó constituida así la logia que sería el germen primigenio y definitivo de nuestra nacionalidad, bajo un juramento que comprometía a sus jóvenes integrantes a luchar por la separación definitiva de la dominación haitiana.

Esa convicción fue sellada con la sangre que dio origen al juramento trinitario: “En el nombre de la Santísima, Augustísima e Indivisible Trinidad de Dios Omnipotente, juro y prometo, por mi honor y mi conciencia, en manos de nuestro presidente Juan Pablo Duarte, cooperar con mi persona, vida y bienes a la separación definitiva del gobierno haitiano y a implantar una república libre, soberana e independiente de toda dominación extranjera, que se denominará República Dominicana”.

A partir de ese momento La Trinitaria se dedicó a luchar por la separación y expulsión de las tropas haitianas que ocupaban nuestro territorio.

Aquel grupo de jóvenes ilustrados, comprometidos con el destino futuro de la patria dominicana, se lanzó a una serie de actos y maniobras que dieron origen a la aventura más trascendente que puede vivir un pueblo, que es precisamente la lucha por su libertad, por su independencia y por establecer su verdadera patria, porque para Duarte: “Vivir sin patria es lo mismo que vivir sin honor”.

Honrar en esta fecha a los que integraron La Trinitaria, rescatar su ejemplo de valentía y sobre todo su honestidad a toda prueba, es un deber de todos y cada uno de los dominicanos, porque gracias a esa semilla de libertad que sembraron aquellos jóvenes dispuestos al sacrificio, vivimos en una tierra que nos pertenece por derecho fundado en la lucha, en la sangre que derramaron nuestros héroes y nuestros próceres, con el orgullo de presentarnos ante las naciones de la tierra como dominicanos.

Nos permitimos compartir el editorial del periódico elCaribe correspondiente al sábado 15 de julio de 2023

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