El Movimiento Marcelino Vega es la organización que más tiempo ha dirigido al Colegio Dominicano de Periodistas desde su creación por ley, institución que fue, paulatinamente, cayendo al desprestigio por la forma con que ese grupo condujo su destino, principalmente los últimos diez años.
Produce hilaridad, dentro de la gravedad de supervivencia por la que atraviesa el CDP, el planteamiento que hacen cinco ex presidentes para que se retire del Congreso un anteproyecto de modificación a la Ley 10-91 que crea esa entidad y el Instituto de Previsión y Protección al Periodista para enmendar algunos supuestos errores cometidos previo a su sometimiento al Senado.
Esos ex presidentes hacen ese planteamiento para que la propuesta de la Ley sea sancionada por una asamblea y sometida a discusión por los periodistas, los medios de comunicación y otros “sectores de la sociedad”, así como el sometimiento de los resultados de esa discusión a la Asamblea Nacional del CDP.
Los proponentes de ese desaguisado son Olivo de León, Aurelio Henríquez, Mercedes Castillo, el Chino Bujosa y José Tejada Gómez, el cual se inscribe dentro de una campaña electoral a destiempo por el control del CDP que deberá realizarse el próximo año. Lo que no entiendo es que buscan el Chino y Tejada Gómez haciéndole el coro a los tres proponentes, que no sea afectos de compañerismo de grupo, porque me resistiré a creer que lo hacen como endoso a las malas y cuestionadas gestiones de los tres primeros firmantes de la propuesta.
Me pregunto. ¿El por qué Rafael Méndez y Oscar López Reyes, ex presidentes del CDP, no suscribieron el documento? Por la sencilla razón de que ellos no se prestarían a ese juego propagandístico.
En los últimos 10 años en CDP se ejecutaron acciones que no fueron sancionadas por la Asamblea Nacional como es el caso del alquiler de un área del edificio del Colegio Dominicano de Periodistas a una persona, en la gestión de Aurelio Henríquez, el arrendamiento de un espacio para la instalación de una torre a una compañía telefónica, ni tampoco se sometió a consideración de ese organismo los recursos obtenidos por conceptos de viajes turísticos internos y externos, así como de donde salían los gastos que incurrieron en los constantes viajes al exterior de esos presidentes del CDP.
Esos dirigentes tampoco consultaron a los periodistas sobre el mecanismo empleado para otorgarles pensiones a mansos y cimarrones por parte del Estado, y cuáles fueron los argumentos valederos para beneficiar algunos ejecutivos del CDP.
Nunca ellos explicaron a los periodistas, por medio de Asamblea el destino de los recursos de publicidad obtenidos del Estado y del sector privado insertado en el periódico de la institución, así la de explicar porque conceptos algunos ejecutivos del CDP tienen contratos de publicidad del Gobierno que no pueden justificar.
El Macelino Vega tiene muchas cosas que explicar en una asamblea de periodistas. Y la actual directiva que deje la cobardía de cubrir con el manto de la impunidad todas atrocidades cometidas por ese grupo.
Esta bueno ya!!