La identidad personal es la percepción individual que una persona tiene sobre si misma. Esto es, la conciencia del existir. Y es esta conciencia la que nos permite diferenciarnos de las cosas, y de los demás animales, fruto de un proceso evolutivo cerebral, más acelerado.
Ahora bien, la identidad personal se va construyendo, desde nuestro nacimiento, alimentándose de dos ingredientes, a saber: lo que uno cree de sí mismo, y lo que los demás creen de nosotros.
En una sociedad mediática, con tanta influencia de los demás sobre nosotros, y con el auge de las redes sociales, el impacto de la opinión de los demás sobre nosotros, se ha tornado apabullante. Los «me gusta, números de seguidores y las reproducciones», miden nuestro impacto y éxito.
El individuo de hoy, más que nunca, es un producto social, que, al nacer, le entregan un kit, con todas las piezas para, supuestamente,
realizarse como ser humano. Otros dicen, para ser exitoso y ser feliz. Craso error.
¿Es haciendo lo que dice la sociedad, que un ser humano alcanza el éxito? ¿Cuál éxito? El que trae el kit. Como dice Serrat: «Eso no se dice. Eso no se hace. Eso no se toca.»
Estudia. Hazte de una profesión. Consigue mucho dinero. Fama. Poder. Practica esta religión. Cásate. Ten hijos. En fin, un conjunto de elementos que la sociedad define como imprescindibles para ser exitoso.
Me pregunto: ¿No puedo yo establecer qué debe contener mi kit? Si hago lo que dicen los demás, y tengo «exito», no fui yo el exitoso. Fue la sociedad. Si hago mi propia agenda, en función de mis gustos, prioridades, aspiraciones y razonamiento, el exitoso soy yo. ¿Por qué las cosas todos debemos hacerlas de la misma manera? ¿ Y si las hago a mi manera, y me satisface, y logro mis metas?
Prefiero ser un individuo conciente, que piensa, siente, camina y vive de acuerdo a las piezas que cargo en mi propio kit, elaborado por mi, en vez de un miembro perteneciente a una masa amorfa llamada sociedad, que elabora kits seriados para sociodividuos, no individuos. Mi realización es llegar a ser como aspiro ser, no como los demás quieren e imponen que sea.