En la Semanal de este lunes, el presidente Luis Abinader reveló que no tiene «ninguna» otra propuesta de reforma fiscal, tras el retiro del anterior proyecto, que generó diversos cuestionamientos de sectores políticos, económicos y sociales del país.
Aunque temprano del día, los congresistas esperaban la separación formal del proyecto, con la revelación más tarde del Presidente, se da por un hecho el retiro definitivo de la pieza.
El mandatario aseguró que con la reforma buscaba captar fondos para reducir el endeudamiento público, combatir la evasión y la elusión tributaria, eliminar exenciones y aumentar el salario mínimo del sector público, entre otros asuntos.
Solo queda, como lo advirtió el propio Luis Abinader, que el Gobierno pueda hacer «los ajustes de lugar, eficientice el gasto y controle la deuda». Medidas expuestas desde un principio por economistas, y que de ejecutarse «no había necesidad de someter la reforma».
Llegaron a decir, incluso, que los recursos que el Gobierno buscaba recaudar con la reforma fiscal, unos 122 mil millones de pesos al año, están prácticamente distribuidos en la evasión fiscal, el déficit eléctrico y el aumento de la nómina pública.
Confiemos entonces en la eficiencia de los ajustes anunciados por el presidente Abinader, y que no se cumplan las predicciones del economista Isidoro Santana de que «sin reforma la sociedad dominicana terminará perdiendo más».
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